Blogia
FORO LIBER@L

reflexiones

LA RUPTURA PENDIENTE

A la vista de la actitud del actual gobierno, entendiendo como tal no solo el partido al que pertenecen los ministros, sino todo el abanico parlamentario que le da apoyo, he de llegar a la conclusión que la izquierda y los nacionalistas han optado por un objetivo común: llevar a cabo ahora la ruptura que entre 1975 y 1978 no pudieron realizar.

En aquel momento, en un proceso que despertó la admiración del mundo democrático (pese a sus inevitables errores), izquierda, nacionalismo y republicanismo aceptaron pasar página y no intentar tomarse la revancha por los años de dictadura y por su condición de vencidos en la Guerra Civil.

Hubo dudas más que razonables sobre si esa decisión fue atribuible a una voluntad sincera de reconciliación nacional y de superación de las dos españas, o si más bien lo que les impulsó a ello fue el insistente y chirriante ruido de sables que se oía al fondo a la derecha. Pero en fin, lo cierto es que entonces Carrillo, Pasionaria y demás "héroes" de la Guerra
Civil quedaron como auténticos demócratas sentándose en los escaños del Congreso, aceptando una Constitución, una Monarquía, ... un régimen en definitiva heredado de Franco.

Sin embargo, parece que o bien todo era pantomima o el rencor y el odio se llevan en los genes, y ahora es la siguiente generación de quienes ni vivieron la guerra ni apenas el franquismo, porque cuando el dictador murió rondaban los 15 o 20 años, la que ha destapado la caja de los truenos. Iba a decir ha desenterrado el fantasma de la Guerra Civil, pero el símil parecía demasiado literal a la vista de la búsqueda desenfrenada de cadáveres en las
cunetas. De algunos cadáveres, claro: recuerdo un chiste, no sé si en El Mundo o en ABC, en que se veía a unos "recuperadores de la memoria histórica" cavando en un campo, y les aparecían unos esqueletos que llevaban prendidas insignias del yugo y las flechas. "¡Tapa, tapa,...!" le espetaba uno de los buscadores al otro al contemplar el descubrimiento.

Ahora, setenta años después del final de la guerra, treinta años después de la muerte de Franco, la izquierda republicana y el nacionalismo están poniendo sobre la mesa todo, absolutamente todo, lo que en la Transición se pactó ocultar bajo el manto del olvido y la reconciliación. Desenterrar cadáveres de desaparecidos en la confrontación, pero solo los de un bando, "devolver" documentos integrados en archivos nacionales, revisar juicios,
que España pida perdón a Cataluña, idealización falsaria de personajes de la II República y del Frente Popular que no eran sino revolucionarios puros y duros, sin un ápice de convicciones democráticas, el anticlericalismo más rancio, cuestionar la Monarquía, revisar (dinamitar, en realidad) la Constitución y, no lo más grave pero sí tal vez lo más mezquino y cobarde,pedir que se desentierre a Franco para demoler o "rehabilitar" el Valle de
los Caídos. A buenas horas, valientes...

¿Será casualidad que todo esto suceda precisamente ahora, cuando España ya no tiene un ejército digno de tal nombre, cuando quienes vivieron aquellos tiempos son ya apenas un puñado de ancianos desencantados? ¿Es eterno el rencor, se transmite de generación en generación? ¿Es exclusivo de uno de los bandos? Temo que sí. Si de algo sirvió la payasada del desfile de veteranos el pasado 12 de octubre fue para constatar que el anciano del
bando nacional intentó un abrazo o una conciliación, y el jubilado del otro bando le dijo que él no podía ser su amigo. Setenta años después...

ASESINATO EN IRAK

Con esta última ya van cuatro veces que veo hoy el asesinato de un combatiente iraquí a manos de un marine. Asesinato a sangre fría que no haré el menor intento por justificar, suavizar o tergiversar. Que pague tal como los códigos militares prevean.

Pero me pregunto: si nos escamotean invariablemente las imágenes de los musulmanes degollando a sus rehenes ante la cámara, mientras entonan loas a Alá, ¿es justo que nos emitan una y otra vez este vídeo igual de espeluznante por la realidad que refleja, pero probablemente menos crudo por cuanto no está grabado para su uso público, como los otros?

No me apetece en absoluto ver cómo degüellan en primer plano a un ser humano, pero no me creo la patraña de que nos lo evitan para no herir nuestra sensibilidad. Me pregunto si no convendría que nos enfrentasen directamente a esa espantosa realidad para que muchos
entendiesen contra qué combatimos. Y sobre todo, me indigna la diferente vara de medir que se aplica a una y a otra acción.

Ser liberal

Quiere transformar la sociedad. A su imagen y semejanza.

Por eso no soy socialista.

Un liberal no quiere transformar la sociedad, sólo quiere que se respete la libertad individual, la igualdad de derechos y deberes, el respeto y la responsabilidad. Y la preponderancia de la ley. Si la sociedad en su conjunto decide transformarse, enhorabuena.
El mero hecho de querer transformar la sociedad no esconde más que un deseo insano de querer obligar a los individuos a someterse a sus dictados, a los dictados de unos pocos que dicen el cómo, el cuándo, el qué y el quién deben hacer qué cosa.
Por eso soy liberal.
Porque yo no conozco la verdad absoluta de nada, ni creo que nadie tenga esa posibilidad. Porque reniego de que otros puedan decirme lo que debo hacer con mi vida, con mis cosas, con mis ideas. Porque quiero ser libre y rechazo a todos aquellos que quieren imponer sus ideas por la fuerza. Aunque vistan sus dogmas con la seda de la democracia.

Quiero ser libre para obrar, para equivocarme y para rectificar. Agradeceré los consejos, pero siempre seré yo quien decida. Asumiré mis errores y aprenderé por ello. Aprenderé a ser responsable y a respetar a los demás.

Por eso no soy socialista.