RECORDANDO
Leyendo algunas noticias en la red he recordado que se cumple el octavo aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco. Recordando aquella fatídica tarde me he entristecido. Es difícil de olvidar. Sin embargo, por desgracia, eso no es lo peor. Han pasado ocho años y tengo la sensación de estar casi en el mismo punto. Se que eso es ficticio pues el tiempo corre y nunca se esta en el mismo punto aunque lo parezca. No. No estamos en el mismo punto. Dudo al escribirlo, quizás por no querer aceptarlo, pero estamos peor. En estos ocho años el supuesto conflicto no se ha resuelto y se ha seguido degradando la condición social. No hace falta enumerar todo lo sucedido en este tiempo. Todos los sabemos. Ha sido el triste camino en el que se ha embarcado el nacionalismo hacia su versión más dura, más melancólica, más sentimental y más estupida. Todo eso es sabido, también.
No obstante, parece que se nos olvida. Cuando recuerdo aquellas multitudes en las manifestaciones después del asesinato de M.A.Blanco me pregunto si todas aquellas personas siguen pensando lo mismo o si han claudicado ya ante el verbo fácil, ponzoñoso y demagogo del partido del Gobierno. Se que no todos han claudicado y que la mayoría silenciosa es importante. Pero aun así, siento una gran desazón cada vez que pienso en ello y cada vez que recuerdo que en ciertos sitios hay que sentirse distinto para sentirse bien. Y que si uno no se siente distinto su vida esta en juego, en mayor o menor grado. Y me pregunto, con una mezcla de rabia y tristeza, donde esta ese "mar de injusticia universal" que todo lo justifica y que pretende anestesiar el recuerdo de M.A.Blanco y de todos los demás asesinados en nombre de la tribu. Han pasado ocho años y según los sumos sacerdotes de la tribu el conflicto sigue presente. ¿Cual es el conflicto? Yo, ya no lo entiendo. O es que quizás el conflicto es querer que exista un conflicto.
No obstante, parece que se nos olvida. Cuando recuerdo aquellas multitudes en las manifestaciones después del asesinato de M.A.Blanco me pregunto si todas aquellas personas siguen pensando lo mismo o si han claudicado ya ante el verbo fácil, ponzoñoso y demagogo del partido del Gobierno. Se que no todos han claudicado y que la mayoría silenciosa es importante. Pero aun así, siento una gran desazón cada vez que pienso en ello y cada vez que recuerdo que en ciertos sitios hay que sentirse distinto para sentirse bien. Y que si uno no se siente distinto su vida esta en juego, en mayor o menor grado. Y me pregunto, con una mezcla de rabia y tristeza, donde esta ese "mar de injusticia universal" que todo lo justifica y que pretende anestesiar el recuerdo de M.A.Blanco y de todos los demás asesinados en nombre de la tribu. Han pasado ocho años y según los sumos sacerdotes de la tribu el conflicto sigue presente. ¿Cual es el conflicto? Yo, ya no lo entiendo. O es que quizás el conflicto es querer que exista un conflicto.
1 comentario
Anónimo -
Recuerdo la tristeza infinita y recuerdo la esperanza en el dolor. Esperanza de que por fin todos nos uniamos ante la injusticia, vana esperanza. Un saludo