UNA VEZ MÁS EL YAK42
Un general ha admitido su responsabilidad en los errores de identificación de los cadáveres de los fallecidos en el accidente del Yak42. Ha dado ante el juez las explicaciones que ha considerado oportunas, ha ofrecido pretextos en general patéticos y, en suma, ha admitido una inexcusable negligencia profesional por la que, se supone, pagará un precio. No hay excusa posible: si no le dieron los medios necesarios para hacer su trabajo y era un profesional íntegro, tenía que haberlo denunciado en aquel momento y negarse a firmar unos documentos a todas luces inexactos, como mínimo, por no decir falsos. Prueba de su escaso respeto por su propia profesión es que no acertó ni una, que ya es difícil, ni una sola de las identificaciones. Yo diría que por puro cálculo de probabilidades era casi imposible, pero
así fue: cero aciertos. Vergonzoso, indignante.
Pero también ha dicho, y ahí le honra su sinceridad, que no tuvo presiones de ningún tipo para presentar unas u otras conclusiones, que ni los políticos en general ni Trillo en particular le indicaron qué tenía que hacer, ni siquiera le dieron más prisa que la lógica en
un caso semejante.
¿Dónde están ahora los que incansablemente piden a Federico Trillo que asuma no se sabe qué responsabilidad política, los que culpan al anterior gobierno popular en pleno de poco menos que un crimen? Más aún, ¿cómo es que hasta ahora nadie, absolutamente nadie, ni los
airados familiares, ni los carroñeros políticos de la izquierda, ni los radiofónicos predicadores matutinos, nadie, repito, le había preguntado a este general, responsable directo de la calamitosa expedición, qué había pasado?
Cuando Bono despierte de su reciente descubrimiento de la División Azul, que ahora le ha llevado a tierras rusas a devolver no sé qué cruz y a hacer un discurso, uno más, estúpido hasta la vergüenza ajena, ¿se dignará entonces admitir ante el Congreso, por utilizar la
misma sede que él eligió para lo contrario, que el anterior ministro de Defensa no erró más que en la elección, tal vez, de los militares que debían viajar a Turquía?
No. Una cosa es que la mayor habilidad de nuestro gobierno actual sea la de rectificar. Y otra es que esta práctica le exija reconocer que alguna de sus críticas al PP era infundada. Hasta ahí podíamos llegar...
así fue: cero aciertos. Vergonzoso, indignante.
Pero también ha dicho, y ahí le honra su sinceridad, que no tuvo presiones de ningún tipo para presentar unas u otras conclusiones, que ni los políticos en general ni Trillo en particular le indicaron qué tenía que hacer, ni siquiera le dieron más prisa que la lógica en
un caso semejante.
¿Dónde están ahora los que incansablemente piden a Federico Trillo que asuma no se sabe qué responsabilidad política, los que culpan al anterior gobierno popular en pleno de poco menos que un crimen? Más aún, ¿cómo es que hasta ahora nadie, absolutamente nadie, ni los
airados familiares, ni los carroñeros políticos de la izquierda, ni los radiofónicos predicadores matutinos, nadie, repito, le había preguntado a este general, responsable directo de la calamitosa expedición, qué había pasado?
Cuando Bono despierte de su reciente descubrimiento de la División Azul, que ahora le ha llevado a tierras rusas a devolver no sé qué cruz y a hacer un discurso, uno más, estúpido hasta la vergüenza ajena, ¿se dignará entonces admitir ante el Congreso, por utilizar la
misma sede que él eligió para lo contrario, que el anterior ministro de Defensa no erró más que en la elección, tal vez, de los militares que debían viajar a Turquía?
No. Una cosa es que la mayor habilidad de nuestro gobierno actual sea la de rectificar. Y otra es que esta práctica le exija reconocer que alguna de sus críticas al PP era infundada. Hasta ahí podíamos llegar...
0 comentarios