OTRA MASACRE
Por entregas, como si de una colección macabra por fascículos se tratase, el mundo civilizado, los países democráticos y los que aspiran a serlo vamos sufriendo el ataque indiscriminado sobre la población civil del totalitarismo, del fanatismo, del integrismo islámico.
La "casualidad" ha querido que tras casi 50 años a la greña al borde muchas veces de la catástrofe nuclear, el mayor atentado terrorista de la historia se produjesen en suelo estadounidense y los más viles secuestros masivos en territorio ruso. Todo parece indicar que Alá nos ha enviado un enemigo común.Entre tanto, Nueva York, Washington ,Australia, Madrid, Moscú, Jerusalem y un largo y penoso etcétera entierran y lloran a sus muertos.
Todo esto nos invita a preguntarnos, ¿qué más quieren los dirigentes y ciudadanos del mundo libre? ¿un mapa?. En los próximos días leeremos y oiremos hasta la náusea las muchas matizaciones que siempre aparecen en estos casos: que si lo de Chechenia es distinto,que si Putin tenía que haber obrado así o asá, que se podía haber resuelto de otro modo. No olvidemos que la actuación de los gobiernos de Clinton y Bush ante el 11S o de Aznar ante el 11M también fue cuestionada hasta la saciedad.
Nos enfrentamos a un enemigo dispuesto a morir matando a cuantos más mejor, en los lugares más impensables del mundo, capaces de estrellar aviones comerciales, dinamitar trenes de cercanías, volar discotecas repletas de turistas o tomar al asalto teatros, hospitales o escuelas, hacer estallar cargas explosivas en autobuses, puertas de colegios o sanatorios. Si algo se puede desprender de esto es que no hay ningún país invulnerable. El mismo perro con distinto collar .No hay modo de protegerse. Estamos en guerra y gran parte del mundo todavía no lo sabe.
En medio de todo vemos a algunos prohombres públicos que nos obligan a tomar Primperán. Un personaje con una visión de estado a medio camino entre Daladier y Petain, una ética entre Fouché y el Marques de Sade y un ego entre Napoleón y Luis XVI mercadea para marcarse el tanto de salvar la vida de dos periodistas. Chirac ha tenido el honor de suscitar declaraciones de adhesión de toda cuanta rata de alcantarilla puebla Oriente y Occidente. Por sus amigos los conocereis...
Y nuestro actual gobierno subido al carro sin retorno del país vecino. No nos engañemos. Hay esperanza para Alemania: basta con prescindir de Shroeder-Fishler. No la hay para Francia. La actitud de conservadores, socialistas y Frente Nacional es la misma.
La historia tiene la mala costumbre de repetirse una y otra vez. Los nombres son distintos, las circunstancias también, incluso las alianzas. Volvemos a tener delante de nuestras narices a los imbéciles que confian su destino a la Sociedad de Naciones y el Pacto de Munich. ¡Que Dios nos coja confesados!
La "casualidad" ha querido que tras casi 50 años a la greña al borde muchas veces de la catástrofe nuclear, el mayor atentado terrorista de la historia se produjesen en suelo estadounidense y los más viles secuestros masivos en territorio ruso. Todo parece indicar que Alá nos ha enviado un enemigo común.Entre tanto, Nueva York, Washington ,Australia, Madrid, Moscú, Jerusalem y un largo y penoso etcétera entierran y lloran a sus muertos.
Todo esto nos invita a preguntarnos, ¿qué más quieren los dirigentes y ciudadanos del mundo libre? ¿un mapa?. En los próximos días leeremos y oiremos hasta la náusea las muchas matizaciones que siempre aparecen en estos casos: que si lo de Chechenia es distinto,que si Putin tenía que haber obrado así o asá, que se podía haber resuelto de otro modo. No olvidemos que la actuación de los gobiernos de Clinton y Bush ante el 11S o de Aznar ante el 11M también fue cuestionada hasta la saciedad.
Nos enfrentamos a un enemigo dispuesto a morir matando a cuantos más mejor, en los lugares más impensables del mundo, capaces de estrellar aviones comerciales, dinamitar trenes de cercanías, volar discotecas repletas de turistas o tomar al asalto teatros, hospitales o escuelas, hacer estallar cargas explosivas en autobuses, puertas de colegios o sanatorios. Si algo se puede desprender de esto es que no hay ningún país invulnerable. El mismo perro con distinto collar .No hay modo de protegerse. Estamos en guerra y gran parte del mundo todavía no lo sabe.
En medio de todo vemos a algunos prohombres públicos que nos obligan a tomar Primperán. Un personaje con una visión de estado a medio camino entre Daladier y Petain, una ética entre Fouché y el Marques de Sade y un ego entre Napoleón y Luis XVI mercadea para marcarse el tanto de salvar la vida de dos periodistas. Chirac ha tenido el honor de suscitar declaraciones de adhesión de toda cuanta rata de alcantarilla puebla Oriente y Occidente. Por sus amigos los conocereis...
Y nuestro actual gobierno subido al carro sin retorno del país vecino. No nos engañemos. Hay esperanza para Alemania: basta con prescindir de Shroeder-Fishler. No la hay para Francia. La actitud de conservadores, socialistas y Frente Nacional es la misma.
La historia tiene la mala costumbre de repetirse una y otra vez. Los nombres son distintos, las circunstancias también, incluso las alianzas. Volvemos a tener delante de nuestras narices a los imbéciles que confian su destino a la Sociedad de Naciones y el Pacto de Munich. ¡Que Dios nos coja confesados!
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