TERRORISMO
Jornadas aterradoras, las últimas de agosto: dos autobuses repletos de pasajeros volados en Israel, doce nepalíes asesinados en Irak por creer en Buda, dos aviones de pasajeros reventados en pleno vuelo con 90 muertos,otra decena de muertos en un atentado en Moscú a la salida del metro, y un secuestro en que los terroristas amenazan con matar a 50 niños por cada uno de ellos que caiga.
Si algo positivo puede sacarse de toda esta retahíla de catástrofes es la enseñanza, que solo los necios y los cobardes pueden negarse a ver, de que nunca, jamás, hay que ceder ante el terrorismo. Con los terroristas no se negocia: si es posible se les detiene y si no se les mata. Cualquier cesión, cualquier negociación, es un acicate para que alguien, en cualquier lugar, cometa otro acto terrorista. Y retomo con ello la crítica que antes hacía al gobierno francés: estoy convencido de que cualquier país con rehenes en Irak se mueve en la sombra para conseguir su liberación. Le ha pasado a Italia, a Turquía, a Estados Unidos, a Japón, a Nepal,... Pero nadie ha montado el espectáculo de luz y sonido con que nos deleita Chirac. Qué felices deben ser los terroristas viendo el despliegue francés, a bombo y platillo, a plena luz del día, con banderas y bandas de música. ¿Alguien cree que tras tanta palabrería no se va a esconder una negociación, una cesión inconfesable, una contrapartida oculta y vergonzante? Este asunto solo tiene una buena salida posible, y no es la liberación de los rehenes por sus captores: sería su liberación por parte de las fuerzas de la coalición.
Si algo positivo puede sacarse de toda esta retahíla de catástrofes es la enseñanza, que solo los necios y los cobardes pueden negarse a ver, de que nunca, jamás, hay que ceder ante el terrorismo. Con los terroristas no se negocia: si es posible se les detiene y si no se les mata. Cualquier cesión, cualquier negociación, es un acicate para que alguien, en cualquier lugar, cometa otro acto terrorista. Y retomo con ello la crítica que antes hacía al gobierno francés: estoy convencido de que cualquier país con rehenes en Irak se mueve en la sombra para conseguir su liberación. Le ha pasado a Italia, a Turquía, a Estados Unidos, a Japón, a Nepal,... Pero nadie ha montado el espectáculo de luz y sonido con que nos deleita Chirac. Qué felices deben ser los terroristas viendo el despliegue francés, a bombo y platillo, a plena luz del día, con banderas y bandas de música. ¿Alguien cree que tras tanta palabrería no se va a esconder una negociación, una cesión inconfesable, una contrapartida oculta y vergonzante? Este asunto solo tiene una buena salida posible, y no es la liberación de los rehenes por sus captores: sería su liberación por parte de las fuerzas de la coalición.
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