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FORO LIBER@L

ZAPATERO NO TIENE GATO

Martín Prieto, periodista, nació en Madrid en 1944. Colabora con EL MUNDO desde 1993, con una columna titulada "Bajo el volcán".

En 1934 el president de la Generalitat, Lluís Companys, salió a un balcón de Barcelona, y proclamó «la República Catalana» que sería solidaria con el resto de España. Naturalmente fue acusado de sedición y puesto preso en un buque-prisión surto en el puerto de la Ciudad Condal. El llamado «Bienio Negro» actuó en defensa de la legalidad republicana por más que las izquierdas tildaran de fascista a José María Robles. Durante la lucha por los derechos civiles en EEUU, el gobernador de Alabama, George Wallace, un segregacionista furioso pero a la postre electo, impidió personalmente el ingreso de un ciudadano negro a su universidad, flanqueado por tropas. Robert Kennedy le acusó de violar leyes federales y su hermano, el presidente JFK, intervino la Guardia Nacional de Alabama para cumplir las leyes presidenciales, como así fue.
Ibarretxe no tiene carriles para cambiar el Estatuto de Gernika agujereando nuestra Constitución más que la bandera de Nápoles, así que no se entiende su aparición de ayer en carne mortal en el Congreso, a menos que cuente con el espeso complejo de inferioridad de esta democracia que nos rige y en particular de sus izquierdas.No tiene votos ni escaños y tampoco el menor apoyo europeo, y sólo un hipotético y dudoso cambio constitucional podría hacerle llegar hasta donde pretende.

¿Por qué un proyecto que hace aguas políticas e institucionales mayores y menores no ha pasado la criba del Tribunal Constitucional para evitar el trago de ayer, o es que vamos a tener que discutir en las Cortes un proyecto autonómico sobre la reimplantación de la pena de muerte? Lo que me temo es que lo «políticamente correcto» alcance también a esta novedad donde las minorías imperen sobre las mayorías, siendo paradigmático, precisamente, el caso vasco donde el censo, prácticamente se divide por gala en dos, entre separatistas y unitarios. El llamado plan Ibarretxe generaría el vasco-B, de segunda división, o ni siquiera llegaría a eso. Maquetos en su tierra. La osadía del lehendakari ya la conocemos; pero del gato encerrado de ZP, muy poco. Se supone que quiere ir dando satisfacciones a Ibarretxe hasta que llegue el plan Maragall que tendremos que aceptar como un «¡trágala!» por ser el menos endemoniado de todos. La verdad es que no creo ni que ZP tenga gato, y todo lo está fiando a que los nacionalistas se enfríen en las próximas elecciones vascas. No se sabe a qué ha venido este hombre a Madrid pese a sus blandas palabras. Ibarretxe ya puede irse buscando un balcón en Vitoria; como Companys.

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