EL OASIS CATALÁN
El juicio a Luis Pascual Estivill es una de esas cuestiones que, de celebrarse en Madrid, serían la comidilla diaria de periódicos, tertulias y metideros políticos. En Cataluña, todos pasan sobre el tema como sobre ascuas.
Resulta que, tras varios escarceos legales por temas menores como fraude fiscal, etc., finalmente el juez corrupto por excelencia está siendo juzgado por sus crímenes. Que dicho sea de paso, para mí figuran entre los más repugnantes que pueden cometerse. Os supongo al corriente: el tal juez, cuya biografía merece por cierto una novela, se adueñaba mediante maniobras procesales poco ortodoxas de sumarios de delincuencia económica en la que
estuviesen implicadas de algún modo empresas solventes. Preparaba autos de prisión provisional sin base alguna y los exhibía obscenamente ante los imputados y sus abogados. Aparecía entonces providencialmente el abogado Piqué Vidal, ilustre toga de oro del foro barcelonés, que misteriosamente se ponía en contacto con los interesados ("oye, que me he enterado de ...., que esto se puede arreglar..."), y les sacaba un suculento soborno que, al
parecer, compartía salomónicamente con Su Señoría. Que casualmente era quien le había avisado de la existencia del proceso.
La avaricia rompe el saco, y se llegó al punto en que cuando Su Señoría intuía solvencia incluso en un simple testigo, no tenía reparo en modificar, en plena declaración, su situación jurídica, pasándole a imputado y dictando acto seguido auto de prisión.
Bien, hasta aquí una simple, aunque terrorífica, trama de corrupción judicial. Pero, oh casualidad, Piqué fue abogado de Pujol en el asunto Banca Catalana. Estevill fue ascendido, cuando el clamor entre la burguesía industrial y financiera catalana alcanzó cotas insostenibles, al Consejo General del Poder Judicial... ¿a propuesta de quién? ¡De Ciu, otra
casualidad de la vida! Y es que claro, en la exquisita, cosmopolita y civilizada Barcelona (nada que ver con la mesetaria y provinciana Madrid) estas cosas se resuelven con discreción. Hay jueces y abogados corruptos, y todo el mundo lo sabe, pero... ¿van a ir a denunciarlo a los juzgados? No, i ara! (que viene a significar "qué dices, por favor"). Se habla con fulanito, se comenta a menganito, se sugiere a zutanito, todo en voz baja, no sea que
nos salpique, aixó no pot ser,... Y aparecen los grandes nombres de siempre, los Suqué amos de los casinos de Cataluña, con causas abiertas (y cerradas, faltaría más) por financiación ilegal a partidos políticos, y aparece Sala,que no es de CiU pero es del PSC, ya sabes, primos hermanos, hoy por ti mañana por mí...
Resulta que, tras varios escarceos legales por temas menores como fraude fiscal, etc., finalmente el juez corrupto por excelencia está siendo juzgado por sus crímenes. Que dicho sea de paso, para mí figuran entre los más repugnantes que pueden cometerse. Os supongo al corriente: el tal juez, cuya biografía merece por cierto una novela, se adueñaba mediante maniobras procesales poco ortodoxas de sumarios de delincuencia económica en la que
estuviesen implicadas de algún modo empresas solventes. Preparaba autos de prisión provisional sin base alguna y los exhibía obscenamente ante los imputados y sus abogados. Aparecía entonces providencialmente el abogado Piqué Vidal, ilustre toga de oro del foro barcelonés, que misteriosamente se ponía en contacto con los interesados ("oye, que me he enterado de ...., que esto se puede arreglar..."), y les sacaba un suculento soborno que, al
parecer, compartía salomónicamente con Su Señoría. Que casualmente era quien le había avisado de la existencia del proceso.
La avaricia rompe el saco, y se llegó al punto en que cuando Su Señoría intuía solvencia incluso en un simple testigo, no tenía reparo en modificar, en plena declaración, su situación jurídica, pasándole a imputado y dictando acto seguido auto de prisión.
Bien, hasta aquí una simple, aunque terrorífica, trama de corrupción judicial. Pero, oh casualidad, Piqué fue abogado de Pujol en el asunto Banca Catalana. Estevill fue ascendido, cuando el clamor entre la burguesía industrial y financiera catalana alcanzó cotas insostenibles, al Consejo General del Poder Judicial... ¿a propuesta de quién? ¡De Ciu, otra
casualidad de la vida! Y es que claro, en la exquisita, cosmopolita y civilizada Barcelona (nada que ver con la mesetaria y provinciana Madrid) estas cosas se resuelven con discreción. Hay jueces y abogados corruptos, y todo el mundo lo sabe, pero... ¿van a ir a denunciarlo a los juzgados? No, i ara! (que viene a significar "qué dices, por favor"). Se habla con fulanito, se comenta a menganito, se sugiere a zutanito, todo en voz baja, no sea que
nos salpique, aixó no pot ser,... Y aparecen los grandes nombres de siempre, los Suqué amos de los casinos de Cataluña, con causas abiertas (y cerradas, faltaría más) por financiación ilegal a partidos políticos, y aparece Sala,que no es de CiU pero es del PSC, ya sabes, primos hermanos, hoy por ti mañana por mí...
5 comentarios
Coburn -
Oye esta bitácora, esta bastante bien. La acabo de descubrir y la he puesto en los enlaces de la mía. http://endefensadeoccidente.blogia.com/
jarim -
Porqué esa manía de de acusar de catalonofobia a quien no piensa como Ud. aunque sean catalanes de "soca i arrel"?
AJA -
AJA -
charles -
Catalanofobia.
liberales..??, empiezen Uds., por ser demócratas.