¿Homosexuales y heterosexuales?
¿Tiene sentido llamar a unos homosexuales y a otros heterosexuales? Una carta al director de un diario me hizo abrir los ojos hace unos días, cuando un lector decía que le irritaba profundamente que le dijesen que es heterosexual, o que le forzasen a definirse como tal.
Su argumento era impecable: las cosas y situaciones normales no necesitan calificativos para describirse o explicarse. Es decir, el que no es homosexual no precisa decir que es heterosexual, porque ésa, le guste o no a los gurús del poder gay, es la situación normal del ser humano. Sí, normal desde el punto de vista de la fisiología, de la sexualidad, de la reproducción, y probablemente hasta de la psicología.
¿Los otro? Pues tanto da que lo llamemos desviación, afición, orientación, aberración, opción, vicio, enfermedad,... cada cual que escoja el término que más le cuadre. En lo que a mí respecta, no me afecta en absoluto que la gente entretenga sus soledades con seres de su mismo sexo, o del contrario, o con mascotas, o que su orientación se encamine por la vía que separa el placer del dolor. Pero los que no nos dedicamos a aquellas aficiones que se salen de lo "natural" (o al menos no hacemos bandera de ello) no tenemos porqué calificarnos de heterosexuales. No es necesario. De la misma manera que hay gente miope, y a los demás no les llamamos "no miopes".
Su argumento era impecable: las cosas y situaciones normales no necesitan calificativos para describirse o explicarse. Es decir, el que no es homosexual no precisa decir que es heterosexual, porque ésa, le guste o no a los gurús del poder gay, es la situación normal del ser humano. Sí, normal desde el punto de vista de la fisiología, de la sexualidad, de la reproducción, y probablemente hasta de la psicología.
¿Los otro? Pues tanto da que lo llamemos desviación, afición, orientación, aberración, opción, vicio, enfermedad,... cada cual que escoja el término que más le cuadre. En lo que a mí respecta, no me afecta en absoluto que la gente entretenga sus soledades con seres de su mismo sexo, o del contrario, o con mascotas, o que su orientación se encamine por la vía que separa el placer del dolor. Pero los que no nos dedicamos a aquellas aficiones que se salen de lo "natural" (o al menos no hacemos bandera de ello) no tenemos porqué calificarnos de heterosexuales. No es necesario. De la misma manera que hay gente miope, y a los demás no les llamamos "no miopes".
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