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FORO LIBER@L

¿A QUIEN TEME EL GOBIERNO?


Resulta evidente que el gobierno social-nacionalista está muy nervioso ante la manifestación convocada por la AVT para el sábado en Madrid. Su comportamiento roza lo inexplicable y lo indignante. Imaginemos por un momento a un alto cargo policial de un gobierno del PP emitiendo las siniestras advertencias que está profiriendo Celestino Méndez. Imaginémosle poniendo trabas (recorrido, aparcamiento de autobuses, control de pasajeros) a una manifestación contraria a una determinada política del gobierno. Pensemos cómo clamaría el clan de los gabilondos ante proclamas del tipo "se trata de una manifestación de alto riesgo".

La AVT ha dicho por activa y por pasiva que no es una manifestación contra el gobierno. Y no lo es. Es una manifestación por la dignidad. Es problema del gobierno si ha decidido voluntaria e innecesariamente situarse en el lado opuesto al que la dignidad ocupa y, por tanto, en la acera contraria a aquella por la que discurrirá la manifestación. No es una cuestión ideológica, hay pocas situaciones en las que la línea que dibuja los más elementales principios esté más claramente definida. Por lo tanto, nada puede reprocharse a quienes en defensa de estos nítidos perfiles se ven obligados a manifestarse frente a un gobierno que, en aras a la supervivencia política y a la permanencia en el poder, ha perdido cualquier referencia de lo que es digno, de lo que es ético, y de lo que no lo es.

Más le vale al gobierno que la manifestación transcurra como una seda. Más le vale que sus cálculos de asistentes no se desvíen demasiado de los de quienes los valoren desde perspectivas menos interesadas. Más le vale asegurar de forma discreta y eficaz (como es su obligación) que no haya incidentes. Más le vale facilitar en todo lo posible la asistencia y la celebración de la marcha. Más le vale que los medios oficiales cubran con objetividad y respeto el transcurso de la jornada. Y más le vale que los ciudadanos prefieran no recordar cómo la vicepresidenta acusó en el Congreso a la oposición de tener "mentes obtusas y corazones emponzoñados". Cuando acusaba así a los bancos del PP, nos escupía a todos los que no estamos por negociar con los asesinos.

Habrá cientos de miles de corazones y mentes en esa marcha, y lo único obtuso y emponzoñado se ocultará tras los visillos de la delegación del gobierno, atisbando con rencor el discurrir de una manifestación que sitúa al gobierno cara a cara frente al espejo de su propia indignidad. A esa imagen reflejada es a lo que teme el gobierno.



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